sábado, 10 de abril de 2010

POR ESCRITO


Recopilamos algunos de los comentarios que nos han llegado, por escrito, sobre la película.

"Tiene ese halo extraño de las cosas que se hacen con las entrañas, sin mirarse el ombligo. Una película imperfecta porque se busca el riesgo de la mirada nueva."

"Amargura es lo que se vislumbra, en esta historia hermosamente trenzada... Con Carlos Álvarez-Nóvoa en una rotunda interpretación (...) una obra comprometida, clara, reivindicativa, en la que su protagonista -luchador mudo- se defiende, aguanta, aguanta…hasta el límite."

"Una historia contada de una manera especial, atractiva, casi como un cuento, con un registro excelente de los protagonistas"

"No es un trabajo fácil debido a su historia dura, extraña, cargada de simbolismos y de una violencia seca. Las secuencias del principio relacionadas con los últimos lobos desprenden un cierto aíre hipnótico y poético a modo de leyenda...Una narración fría y distante para el espectador pero, tal vez, cuya concisión y austeridad son los efectos buscados por su director, evitando el sentimentalismo fácil. Lo cierto es que se remarca perfectamente la soledad y aislamiento del personaje principal."

"Una ambientación enfermiza y angustiosa"


"El sabio mudo" confronta su particular forma de vida con la voracidad del mundo que le rodea, todo ello envuelto por unas bellas imágenes de La Serena extremeña."

"La primera sensación es Rulfo, el desierto de Comala, la subversión del tiempo, el diálogo entre los espectros y los vivos, el dolor, (...) hay algo de Rulfo en vuestras voces, en la elección tan atrevida del punto de vista, de las voces narrativas, de la unión de varias generaciones que casi no han compartido tiempo y que comparten el discurrir de vuestro discurso. La segunda sensación es la fuerza del silencio, de los breves tiempos donde no se dice nada, de su fuerza (...), de la ausencia de rostro del terror, de la amenaza... En vuestra película la fuerza de las voces cercanas le dan una dimensión aún mayor, pues nosotros no conocemos los rostros, pero las voces nos parecen tan cotidianas que casi caemos en el error de dulcificar los actos."

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